El modelo de Economía Circular es el paradigma que se supone solucionará el problema de la basura esparcida, a la que ya se empieza a dar carta de naturaleza con nombres como BASURALEZA (que lleva a resultados como este), y que podemos representar por el siguiente gráfico.
En este circulo salvador hay dos (2) pasos que en España, pienso, son los más débiles a pesar de la enorme cantidad de dinero que se invierte en la educación y divulgación del procedimiento.
La recogida como consecuencia del poco valor o ninguno que el usuario da a la basura que genera.
Como ejemplo el hecho de que los contenedores generalistas son retirados diariamente por los servicios municipales cargados de envases de todo tipo mientras el contenedor especializado tiene periodos de retirada mucho mayores salvo excepciones como puede ser en las de zonas de copas o los que se situan muy-muy próximos a zonas residenciales.
Hay mucho problema en habilitar zonas dentro del propio casco urbano para contenedor especializado. No hay apenas espacio. La alternativa del punto limpio y ecoparque no suelen estar al alcance de la mano (paseo) o directamente ubicados fuera del casco urbano. El uso que se hace de estos últimos suele ser atemporal coincidiendo cuando uno elimina los trastos caseros. Podríamos decir que depositar basura con valor en el contenedor adecuado de forma cotidiana no es cómodo.
Como resultado, el residuo orgánico e inorgánico acaba por lo general en el contenedor generalista, el que está más a mano. Y en el peor de los casos abandonado en el entorno.
El reciclado por la ausencia de la correcta separación y entrega en origen de la basura da como resultado que sean las plantas recicladoras quienes tienen que hacer esta tarea invertiendo en mano de obra directa y/o tecnología para hacer funciones que estaban previstas hacer en el paso anterior (recogida).
La debilidad de estos dos pasos de la rueda de la EC se ve agudizada al percibirse socialmente que la separación en origen es un trabajo inutil cuando se contempla que en el contenedor final el residuo propio se mezcla con otro que no cumple con lo estipulado por mala praxis.
Ejemplo habitual…, los contenedores de papel donde un montón de periódicos pierden sus posibilidades por el simple hecho de mezclarlos con las grasientas cajas que envuelven pizzas. Esto desmoraliza al usuario que recicla a conciencia.
La cuestionable cifra que trasladamos a la UE del 33% y el objetivo del 60% para el año 2030 es un valor ponderado entre las comunidades autónomas donde unas normalmente las más ricas tienen una actitud más responsable con el reciclar, en consonancia con el cuidado y limpieza de su tierra.
Murcia no está bien posicionada dentro de España en cuanto nivel de reciclaje y dentro de la CARM desconozco los datos de los 45 municipios que la forman, pero si se puede observar que aquellos municipios con mayor actividad agrícola presentan mayor cantidad de basuraleza en el entorno periurbano.
Esta basuraleza es mezcla de residuo procedente de la actividad agrícola y del residuo urbano que no ha sido recogido convenientement o es directamente vertido allí de forma incontrolada.
Esto se puede observar en muchas parcelas en barbecho o a la espera de recalificación donde ni recoge el municipio porque es rústico de propiedad privada ni recoge el agricultor al menos hasta que inicie una nueva siembra. Y sobre todo porque no se siente responsable del vertido que probablemente tenga su origen en el vecindario urbano próximo.
Si la basuraleza tuviese el valor suficiente para el ciudadano en toda su extensión, es decir por la recogida o limpieza, por la separación o valorización y por la entrega en el sitio adecuado, es más que probable que la misma durara en esa parcela el tiempo justo para que alguien buscara un beneficio inmediato con la misma en el caso hipotético de que llegara a ser vertida y convertirse en basuraleza.