Esto es lo qué ocurre cuando abandonamos basura en nuestro entorno. Cuando no se recoge en su totalidad por desidia, descuido o mala praxis.
Al final nos comemos esta basura.
¡¡Ojo no se trata solo de reciclar!!. Hay que ir más allá. Hay que limpiar y retirar la basura que generamos y llevarla al banco de la basura para que premien tu trabajo…
Los responsables de que el territorio esté limpio han renunciado hace mucho tiempo a aplicar sanción a quien de forma deliberada abandona basura en cualquier parte. Hay cierto fatalismo en la persecución de este delito. Se da la batalla por perdida y solo se confía en la educación de las generaciones venideras para que esa bolsa de plástico no acabe en el mar. A lo sumo una campaña de recogida apoyándose en el voluntariado consciente normalmente cuando la materia plástica ya tiene un tamaño que se nos escapa de la mano, cuando es imposible de recoger sin hacer uso del cribado agresivo como puede ser el uso de tractores y rastrillo en los espacios naturales que acaban con cualquier atisbo de biomasa natural, nidos y madrigueras.
A partir de aquí este pequeño trozo de plástico se convertirá en microplásticos y con este tamaño ya puede formar parte de la cadena alimentaria de la humanidad.