Hasta que llegó «blockchain»

Voy a poner en contexto lo sucedido.

En el 2014 dejaba de escribir en este blog y hacía tiempo que había puesto en stand-by mi pequeña instaladora. El asunto andaba mal, la demanda se había derrumbado y no había faena para tantos. Apenas unos cuantos valientes dedicados a la aislada y al bombeo y por supuesto los pequeños productores de renovable poniendo, con justicia, el grito en el cielo ante la gigantesca estafa que el BOE había legalizado.

El MINETUR sacaba el 900/2015 dejando a medias el desarrollo de la norma y creando una tasa (impuesto al sol) a la generación renovable para autoconsumo.

Resultado…., se hacen pocas instalaciones de autoconsumo muchas en la clandestinidad (sin registrar). En cualquier caso hay un miedo generalizado a entrar en el autoconsumo. El gobierno ha conseguido su objetivo…., laminar el sector incluyendo a los pequeños instaladores locales.

Me imagino que con Google Earth y los drones se podría pillar a alguno de estos (auto)consumidores insumisos pero no debe valer la pena el gasto de inspección teniendo en cuenta el mínimo impacto en el consumo de pago y que el objetivo está cumplido dado que el sector fósil (el oligopolio) ha salido bastante saneado. Sin duda Nadal se ha ganado un puesto en algún consejo.

Pero han sucedido muchas más cosas en estos años. El oligopolio también se ha consolidado en el mercado renovable. Apenas quedan pequeñas islas dentro del territorio peninsular (Levante y Norte) en forma de cooperativas de generación, distribución y comercialización para el consumo y autoconsumo 100% renovable que han resistido jugosas ofertas económicas incluyendo meter gas en su mix de producción.

Finalmente la inmensa mayoría de los pequeños productores que han sobrevivido a los bancos venden su producto en la red de distribución y comercial del oligopolio, por delegación de gestión (alquiler), haciendo que este engorde sus beneficios a cuenta de los que honradamente demanda renovable en su consumo.

Hubo un tiempo que algunos ecologistas y políticos pensaban que la oposición del oligopolio a las renovables era por cuestiones estratégicas…., pero un día se encuentran que también forma parte de su negocio.

No solo producen y comercializan energía renovable, también ofrecen esa pequeña instalación de autoconsumo, con la que muchos sueñan, llegando el día que, al igual que las calderas de gas o los colectores solares para ACS, la pagaremos en cómodos plazos dentro de nuestro recibo eléctrico.

Muchos de los que pensamos que sustiuir las energías fósiles por las renovables es una necesidad imperiosa para luchar contra el cambio climático, tembién hemos pensado que su caracter distribuido bajo diversos formatos de primario (sol, viento, agua, mar, biomasa) y su coste nulo en origen es decir energía gratuita, es una forma de emancipación y cambio social revolucionario para la humanidad según como se transforme y de quien sea la propiedad de la herramienta transformadora.

Tan revolucionario como pudo ser el cambio hacia un primario basado en el uso del carbón y el petróleo que nos metió de lleno en una era industrial basada en la necesidad de acumular capital y que sin duda ha tenido consecuencias más que discutibles.

La tecnología actual puede echarnos una mano si unimos la transformación de primarios gratuitos, la red internet y esta forma de almacenar información llamada blockchain.

¡¡Ojo!!, no subscribo esta opinión exclusivamente bajo los efectos del tecno-optimismo, también  depende de nosotros, de nuestra iniciativa social que ellos se queden con todo o que socialicemos la eléctricidad.

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