Hasta pronto Cuba….

El viaje llegaba a su fin y las pocas horas que nos quedaban en tierras cubanas quisimos aprovecharlas con nuestra “familia” cubana. Dionisio y Norma se merecían una despedida apoteósica y qué mejor que despedirse delante de un buen plato de comida tradicional de la isla.

Jessy y yo decidimos quitarnos el bañador y las chanclas, ponernos nuestras mejores galas e invitar a nuestros amigos al mejor paladar de La Habana. La comida deliciosa, curioso el detalle que te servían los platos acompañados de un pececillo que nadaba tranquilo en un recipiente con agua, la música increíble y la compañía insuperable.

Así que con lágrimas en los ojos, cogimos nuestro avión de vuelta a España contando los días para volver a la isla, reencontrarnos con los amigos y disfrutar de un sitio único, por lo que es y por cómo es.

¡Viva Cuba!

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