Algo se olvidan en el tintero del vehículo eléctrico…

El pasado día 2 de Dicimbre la empresa IBM organizó una jornada sobre el Vehículo Eléctrico (VE) donde estuvieron presentes las entidades y empresas relacionadas con su desarrollo y expansión, incluido el Sr. Ministro de Industria y el Sr. Alcalde de Madrid, observando el gran consenso existente acerca de cómo ha de ser el futuro modelo de integración del mismo como elemento consumidor de energía dentro del actual sistema eléctrico, sin que este vea afectada su operatividad o incluso mejorándola de forma notoria.

Sin duda este tipo de iniciativas tienen la importancia que tienen en la medida que contribuyen de forma general a las expectativas de reducir las emisiones de CO2, sobre todo en los entornos urbanos, y a lo que se ha dado en llamar un uso eficiente de la energía tanto renovable como no.

Pero una vez dicho esto cada uno barre para casa y sin duda desde este blog no vamos a ser menos.

En mi modesto entender faltaron 3 valoraciones básicas en las exposiciones de tan importante panel de expertos bien por desconocimiento de la problemática del sector eléctrico o bien porque se conoce demasiado y se está considerando al VE como el bálsamo de Fierabrás que va a resolver dichos problemas. A saber

En primer lugar el vehículo eléctrico, como modo de transporte privado, tendrá su implantación fundamentalmente desde entornos peri-urbanos caraterizados por un nivel de vida alto. Esto es pura lógica economicista; el innovador será el que pueda afrontar, en primer lugar, un gasto por lo general alto, en un momento en el que el coche térmico está en caída de precios.

Es así que desde los poderes públicos no se debería pensar su implantación como un vehículo urbano (privado), como está ocurriendo en la actualidad con la proliferación de bolardos (candidatos al vandalismo) por nuestras calles más ilustres. Y si como un vehículo que duerme en la periferia y se mueve desde y a la misma o en el entorno de las grandes urbes.

Este tipo de infraestructuras (bolardos o postes de recarga) deben concebirse para VEs dedicados al transporte público que sin duda deberán proliferar a otro nivel de servicio (policía, bomberos, asistencia sanitaria, taxis, mantenimiento y recogida de basuras, reparto regulado, etc).

En la mente de todos está recuperar para las piernas lo que ahora es dominio de las ruedas privadas. Y que yo sepa el espacio de las urbes es finito y el VE también ocupa espacio.

En segundo lugar mucho antes de que por nuestras carreteras y calles empiecen a rodar la cifra de un millón de VEs, tal como anuncian desde nuestro panel de expertos, habrá en el mercado soluciones mucho más simples y baratas orientadas a abastecer de energía eléctrica al VE, en la misma línea que se abastece una vivienda o infraestructura aislada. Esta solución podría ser la microgeneración basada en FV.

Que estén o no estén los microgeneradores conectados a la red externa es otra cuestión que no depende de la industria FV, sino de los que controlan la red de distribución (?). Pero que sin duda tendría sus ventajas (ya hablaremos).

Por ello es muy arriesgado definir como hay que fabricar el montón de energía necesaria (nuclear) o colocar los excedentes procedentes del ciclo combinado o la regulación nocturna de la eólica, al menos sin tener en cuenta la posibilidad de que el personal opte por su propio cargador eléctrico, sin más, allá por la periferia y….

…por lo tanto, en tercer lugar…, aunque la energía eléctrica producida en horas valle sea muy barata, tengan por seguro que, aun siendo las zonas más ricas y costosas de la periferia de nuestras urbes las que van a demandar VEs, si el usuario se puede ahorrar un solo euro, incluso, hacer la recarga gratis…., así lo va a hacer. Y esto lo va a posibilitar el hecho de que lo anunciado en segundo lugar se va a cumplir de todas-todas en menos de 4 años.

Y esto que parece una obviedad no fué ni siquiera mencionado en la pasada jornada, ni siquiera por el fabricante del VE cuando en sus laboratorios de I+D+i ya se está pergeñando esta solución a vender, ni más ni menos, que en el propio concesionario.

La energía saldrá desde los enchufes de nuestras viviendas, donde el vehículo duerme (esto si se dijo), y la energía que llega al enchufe de nuestra vivienda será obtenida de forma directa desde nuestra cubierta fotovoltaica.


Una solución obvia

Si el gobierno quiere controlar está posibilidad y por lo tanto quiere obtener algún incentivo para sus arcas de este carburante gratuito solo tiene que facilitar la conexión a la red externa de lo que podría ser producción de autogeneración residencial para autoconsumo. Así de simple. De lo contrario se quedará sin nada salvo que el VE pague un impuesto de circulación del carajo.

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